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ÁMBITO 1

Luis Siret y los inicios de la arqueología en el sureste peninsular

1.1. LA FIGURA DE LUIS SIRET

INVESTIGADOR PIONERO DE PRESTIGIO INTERNACIONAL

De izquierda a derecha: Pedro Flores, Juan Cabré, Pascual Serrano, Henri Breuil, Luis Siret, Hugo Obermaier y Enrique Siret

[nectar_dropcap]L[/nectar_dropcap]uis Siret es uno de los arqueólogos más relevante de la segunda mitad del siglo XIX en España. Sus investigaciones permitieron crear la primera secuencia de la prehistoria en el sureste de la península ibérica que pronto se generalizó para el resto de España y se convirtió en referencia básica para su estudio en el continente europeo.

A lo largo de la década de 1880, los hermanos Siret compaginaron su actividad profesional con la excavación en yacimientos arqueológicos tan importantes como El Argar, Fuente Álamo, El Oficio, Gatas, Caldero de Mojácar, Zapata, entre otros. Estos supondrán la base material y documental de su primera gran publicación, Les premiers âges du métal dans le sud-est de l’Espagne (1887), obra que les valió el Premio Martorell y las medallas de oro de las exposiciones universales de Toulouse y Barcelona.

Fotografía de los hermanos Siret

Tras la marcha de su hermano Enrique y con la ayuda de su capataz Pedro Flores, Luis Siret realizó excavaciones en Herrerías y la cuenca baja del río Almanzora, en cuyo distrito minero trabajó como ingeniero y administrador de sus propias empresas. En 1890 inició prospecciones arqueológicas en Villaricos, donde excavó de manera discontinua hasta 1910 cerca de dos millares de tumbas. Los resultados obtenidos fueron publicados en su obra Villaricos y Herrerías, antigüedades púnicas, romanas, visigóticas y árabes (1908), en la cual manifestó su interés por completar la secuencia histórica a partir de la ciudad fenicio-romana de Baria.

UN LEGADO DE VALOR INCALCULABLE

Siret en la mina Puerto Rico. Sociedad Minera de Almagrera

[nectar_dropcap]P[/nectar_dropcap]or su residencia desfilaron arqueólogos de la categoría de Emile de Cartailhac, Pedro Bosch Gimpera, Manuel Gómez Moreno o Miriam Astruc, entre otros, a los que facilitó el acceso a piezas de su colección y documentos personales. Esta generosidad con sus colegas lo fue aún más con las generaciones venideras al donar al Estado Español en 1928 su inmensa colección que conservó con mimo en su casa de Las Rozas (Herrerías) durante más de cuarenta años y que tuvo como destino el Museo Arqueológico Nacional. A esta colección se sumaría posteriormente piezas que Siret donó en 1905 a la Real Academia de la Historia, de la que fue Académico Correspondiente desde ese año.

Otro importante hito en la conservación del legado de Siret ocurrió en 1956, cuando el Estado compró a los herederos su biblioteca y la documentación relativa a las excavaciones, la cual fue digitalizada y es en la actualidad de libre acceso a través de internet.

Siret era meticuloso, ordenado y con una capacidad extraordinaria de trabajo, con un carácter que, descrito por quienes le conocieron, fluctuaba entre el sabio y el artista. Católico fervoroso, costeó y proyectó la iglesia de Herrerías, llamada popularmente la Sagrada Familia, con su exótico campanario que recuerda a la arquitectura de su tierra natal.

Iglesia de Herrerías, llamada popularmente la Sagrada Familia

1.2. LAS PRIMERAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS

EL SURGIMIENTO DE UNA NUEVA CIENCIA: LA ARQUEOLOGÍA

Juan Cuadrado mostrando materiales de La Bastida, Totana

[nectar_dropcap]D[/nectar_dropcap]urante la segunda mitad del siglo XIX Europa asistió al desarrollo de una arqueología científica al albor de los movimientos nacionalistas e institucionalizada mediante la creación de museos nacionales y nuevos organismos de instrucción, en la que se supera la figura del anticuario para llegar a una profesionalización real del arqueólogo.

Cráneo con diadema de plata del yacimiento de El Argar

Al darse prioridad a las fuentes escritas, la prehistoria parte en desventaja con respecto a la Antigüedad clásica y el Medievo. En la península ibérica de hecho era bastante desconocida en 1880 cuando los Siret empezaron su trabajo en el sureste de España. Coetáneos como Manuel de Góngora y Martínez, Federico de Motos Fernández, Juan de Vilanova y Piera y, sobre todo, Jorge Bonsor colocaban con pasión las primeras piedras de nuestra prehistoria. Ellos iniciaron el estudio y la descripción directa de los yacimientos, incluyeron análisis geográficos de su entorno y, en algunos casos, realizaron una descripción minuciosa de los restos con dibujos.

Carta de Luis Siret a Jorge Bonsor

Unidos por una sincera amistad y profunda admiración, merece una mención especial el veratense Juan Cuadrado Ruiz, que colaboró con Siret en los trabajos de varios yacimientos y cuya labor permitió la creación del Museo Arqueológico Provincial de Almería.

UN MUSEO A CIELO ABIERTO

Ilustraciones de Siret de piezas argáricas

[nectar_dropcap]L[/nectar_dropcap]uis Siret fue una figura estelar por su abrumadora aportación del estudio de diferentes yacimientos, materiales, datos de primera mano y teorías. Entre 1880 y 1887 llevó a cabo la excavación y estudio de decenas de yacimientos del Calcolítico y del Bronce situados entre Mazarrón y Mojácar y entre Villaricos y Arboleas, que han servido sensiblemente hasta nuestros días como base para la comprensión de nuestra prehistoria. Siret convirtió la provincia de Almería en un auténtico museo, como él preconizaba: “a la provincia de Almería y zonas que con ella forman el sureste español solo le falta un techo para ser un inmenso e insuperable museo de prehistoria y protohistoria”.

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